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lunes, 14 de enero de 2013

Jugando con la ilusión...

Voy a exponeros mi caso.
Ya sabeis que la semana pasada, con 2 semanas de vida, la ninfita que yo tenía nos dejó por una enfermedad(tenía honguitos:(). Pues bien, antes de tener a Milo iba a tener otra que no llegué a conocer, Piña. Al parecer las 2 murieron de lo mismo, las 2 tenían un bulto en el cuello cuando fallecieron.

Por suerte para mi, no soy de las personas que se quedan quietas, y el día que pude me acerqué a la tienda, junto con otras personas que me acompañaron a las que les doy las gracias, de buenas maneras y hablé con la dependienta contandole el caso y advirtiendola, por si desconocía lo ocurrido, que sus otros pajaros podrían también enfermar. Tras mantener la conversación, ella accedió a devolver el dinero de la primera ninfa, ya que de la otra, según ella, desconocía que hubiese fallecido.

Lo que quiero advertiros, es que tengais cuidado de a qué tiendas acudís a comprar animales, ya que hay algunas que los venden enfermos. Yo esto ya lo sabía y al ser un regalo no he podido reclamar más, pero si os regalan un animal y advertís un comportamiento raro en el durante 2 días, aunque sea durante solo un par de horas y luego vuelva a estar como si nada, , acudid directamente a la tienda y si puede ser que os lo cambien u os devuelvan el dinero mejor. No llegueis al extremo de tener que ir al veterinario y gastaros el dinero para nada, porque duele al bolsillo y lo peor de todo es que te deja con una enorme impotencia cuando la culpa no ha sido tuya.

No os fieis de todas las tiendas que venden papilleros y sobre todo de las que los venden más económicos que otras. A veces es mejor gastarse más en el coste de un animal que tener que tirar el dinero en el veterinario para que se te muera en las manos

Hacedme caso, que no os pase lo que a mi.

Un saludo.

jueves, 10 de enero de 2013

Mi último adiós...

Desde que faltó mi última mascota, cuando yo tenía 18 años, había deseado siempre tener otro animal de compañía y mi sueño llegó el pasado 24 de diciembre. Milo llegó a nuestras vidas dandoles mucha felicidad y momentos simpáticos, pero tal como llegó, en 2 semanas se apagó, demasiado pequeño para resistir una enfermedad.
Tal vez, la gente que lea lo que estoy expresando piense que era poco tiempo para cogerle tanto cariño a un animal, pero yo lo hice. Si lo hago con las personas,¿por qué no con los animales? Mi pareja llega tarde de trabajar y tener a alguien, aunque sea un animal, que te salude cuando entras por la puerta, era realmente gratificante.
Sé que tardaré en olvidarle, y aunque haya sido por poco tiempo, Milo, mi ninfita, ha ocupado un pequeño hueco en mi corazón.
Adiós peque:(