Desde que faltó mi última mascota, cuando yo tenía 18 años, había deseado siempre tener otro animal de compañía y mi sueño llegó el pasado 24 de diciembre. Milo llegó a nuestras vidas dandoles mucha felicidad y momentos simpáticos, pero tal como llegó, en 2 semanas se apagó, demasiado pequeño para resistir una enfermedad.
Tal vez, la gente que lea lo que estoy expresando piense que era poco tiempo para cogerle tanto cariño a un animal, pero yo lo hice. Si lo hago con las personas,¿por qué no con los animales? Mi pareja llega tarde de trabajar y tener a alguien, aunque sea un animal, que te salude cuando entras por la puerta, era realmente gratificante.
Sé que tardaré en olvidarle, y aunque haya sido por poco tiempo, Milo, mi ninfita, ha ocupado un pequeño hueco en mi corazón.
Adiós peque:(
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario