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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Aprender cayendo...

Ayer después de más de una semana y media me decidí a coger mis patines, tenia ganas de despejarme y para mi la mejor manera de hacerlo es coger mi mp3 y rodar por las calles hasta cansarme, aunque cabe decir que podría estar patinando todo el día y no cansarme...El caso es que yendo hacia el gimnasio con ellos, no sé si fue por la prisa o por mi torpeza o quizá ambas cosas pero intentando esquivar un perro, volé y caí, pero no me quedé en el suelo, a pesar del dolor que sentía en mi pierna, continué hasta mi destino y al terminar la clase de pilates, me los puse de nuevo y me fui a mi casa.
Hoy continua doliendome, pero así aprenderé a no ir tan rápido por donde no toca y a fijarme más...
Con la vida ocurre exactamente lo mismo, aunque nos caigamos veinte veces, hay que levantarse porque si de algo sé en esta vida, es que por mucho que duelan, de las hostias se aprende y mucho.

2 comentarios:

  1. En esta vida solo nos ostiamos los mismos, en cambio hay otros que parece que las ostias les reboten como al monstruo rosa ese del goku ... a lo mejor es que les va por dentro, pero a veces ni les va.

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  2. eso no es verdad, la hostia se la da todo el mundo pero hay que aprender de ella porque si no se seguirán cometiendo los mismos errores y tropezar con la misma piedra 3 veces implica que no has aprendido nada de nada.

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