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miércoles, 24 de julio de 2013

Diario de un viaje: Tailandia en junio-julio


Algo que debéis tener en cuenta si viajáis en estas fechas es que es la época de monzones por lo que os puede llover un poquito, que se agradece o también os puede caer un chaparrón de una hora y luego parar.
También avisaros de que el calor es sofocante y que os gastareis el dinero en botellas y botellas de agua.
El repelente de mosquitos es vital para este viaje y para las picaduras, recomendable comprar bálsamo de tigre.
Llevaros calcetines, pantalón largo fresquito y camiseta de manga corta para entrar en los templos, pues en la mayoría lo piden
Por último advertiros de que el picante formará parte de vuestras vidas durante toda la duración del viaje.
Por lo demás, disfrutad del paisaje, de la cultura y del país en general. Bienvenidos a Tailandia y a nuestro día a día allí.
Día 1: Bangkok
Tras un largo viaje de avión de 12 h desde Madrid llegamos al aeropuerto de Bangkok. De ahí nos recogieron y nos llevaron al hotel donde nuestras habitaciones no estaban preparadas, así que hicimos tiempo y nos fuimos a dar una vuelta con una pareja Valenciana y luego otra vasca. La primera impresión de Bangkok fue mala por el primer mercado que vimos en la calle silom, parecía estar en condiciones insalubres pero poco a poco la opinión fue cambiando.
Después nos acercamos a un centro comercial cerca del MBK en la Siam Square que parecia un mercadillo techado. Nuestra primera compra fue un polo de imitación de Ralph Lauren y un bolso-mochila de piel de imitación. Para volver al hotel cogimos nuestro primer tuc-tuc, con el cual nos asustamos un poco porque las curvas las hacen como rectas. Es normal ya que en un día y por 150 bats los tailandeses tienen su carnet de conducir.
A media tarde, fuimos a cenar al Silom, un sitio típico para turistas con comida tailandesa y un espectáculo de bailarines contando la historia del rey.
Después subimos al siroco donde se puede ver una espectacular panorámica de la ciudad.
Nos animamos y fuimos a ver el mercado de Pat Pong donde no hacían más que ofrecernos entrar al ping pong show, obiamente nos negamos y preferimos tomar una cervecita para terminar el día.

Alojamiento en Hotel Narai.

Día 2: Bangkok

Nos han llevado al mercado flotante, situado a una hora de Bangkok en coche. Hemos ido recorriendolo en una especie de lancha y después de unas compras, para variar.
Nos han llevado a un templo precioso, el templo de las campanas, donde nos han tocado unas predicciones a los dos que han resultado ser positivas. Hemos escrito en la típica tela nuestros deseos para las personas que queremos.
Por la tarde, nos hemos ido por libre a visitar el parque lumpini, donde hemos disfrutado viendo a la gente haciendo ejercicio al aire libre y, gracias a una señora mayor muy amable que estaba practicando taichi, hemos podido ver un dragón de komodo en el mismo parque haciendo la siesta.
Después nos hemos ido a visitar el mercado de los mochileros, Kausan Road, donde hemos visto puestos de bichos. Nos hicimos nuestro primer masaje de pies y después de cenar y ver a un tio cantando sweet home alabama a la perfección nos volvimos al hotel en tuc-tuc.

Día 3: Bangkok

Hemos visitado el templo de Buda Esmeralda, What Po, es precioso y hemos visto a los monjes alrededor rezando.
Después nos han llevado a una fábrica de gemas para que comprasemos algo basicamente.
De ahí nos han llevado al templo del buda reclinado, es un templo pequeño dado que el buda es uno de los más grandes que existen.

La última visita fue al gran Palacio, donde aunque casi nos desmayamos del calor, pudimos ver lo interminable que era y vimos espacios singulares muy bonitos.

Por la tarde y por nuestra cuenta, acompañados de otra pareja con la que coincidimos casi todo el viaje, fuimos a visitar el templo Wat Arun, el cual tiene unos escalones de casi medio metro pero merece la pena visitarlo. Solo hay que cruzar el rio con un barco taxi desde el palacio real.

Luego por la tarde fuimos a China Town, para ir desde el What-han hay que coger el barco taxi con bandera blanca, amarilla o roja (¡nunca azul!). Desde China Town fuimos andando al mercado de los mochileros otra vez y dado que nos encantó, nos volvimos a dar un masaje de pies y degustamos comida típica de los puestos y nos volvimos en tuc-tuc.

Dia 4: Rio Kwai-Resotel

Nos han llevado al cementerio de los caídos no tailandeses en la construcción del puente sobre el rio kwai. El museo daba escalofríos, porque veías en imágenes lo que les habían hecho sufrir. Al salir del museo hemos ido en lancha hasta el puente y hemos paseado sobre las vías.
Hemos cogido el tren, que después de 70 años sigue funcionando y en el mismo hemos podido degustar el tapioca con un puntito a picante. El trayecto ha sido de una hora aproximadamente.

Hemos visto el camino del infierno que se conserva en un parque de belleza natural.

Y para terminar este hermoso día, nos han llevado al resotel, un hotel al que solo se puede acceder en lancha pero que realmente merece la pena. En cada casita había una salamandra pero en la nuestra no vimos ninguna aunque mejor si hay porque te evitas que te piquen los mosquitos.

Día 5: Ayutthaya-Phitsanulok-Topland

El día transcurrió con muchas horas de autobus que se hicieron eternas y sin embargo, estuvimos en varios sitios a la vez.
Después de 3 horas, llegamos a Ayutthaya, antigua capital de Thai y visitamos sus templos. Aquí es donde tienen otro buda reclinado gigante y entre otras curiosidades, un arbol con un buda asomando.

Después de comer y otro par de horas después, llegamos al templo del Wat Pha Prang San Yot, un templo conocido como el de los monos ya que habitan allí y les estuvimos dando de comer. Mucho cuidado con ellos, sobre todo con los que son grandecitos, te vacilan y todo.

De allí nos llevaron al hotel Topland en Phisanulok donde vimos por la noche el templo más antiguo de Phitsanulok Phra Si Ratana Temple (Wat Yai) y de ahí nos llevaron al mercado de Phitsanulok donde probamos un coco y algunos bichos que casi sabían mejor que la pizza que nos cogimos del centro comercial de al lado del hotel.


Día 6: Phitsanulok - Chiang Rai - Hotel Dusit

Nos fuimos al parque arqueologico de Sukotai, donde Jose no tuvo más remedio que llevarme en una bici doble ya que esta excursión es en bici porque hay que recorrer distancias y andando te puedes cocer de calor(es lo que tiene dejar de pedalear a los 9 años, que se te acaba olvidando). Precioso, recomendable 100%.

Nos llevaron a Phae a almorzar y después al lago Phayao a la típica escultura de los peces besándose.

Por la noche en Chiang Rai nos dieron la opción de coger un masaje de cuerpo entero de casi 2 horas y después de llegar al hotel caímos rendidos en la cama hasta el día siguiente.

Día 7: Chiang Rai- Myamar- Triangulo del oro

Hoy hemos ido a visitar una tribu antigua de Chiang Rai. Es un poco decepcionante ya que en cuanto bajas del autobús (uno típico de donde van los niños al cole) están esperando para venderte pulseras, cuadros...Y para hacer tiempo y rematar, nos llevaron a una guardería para darles a los niños un batido y un chupa chups.
*Consejo: si alguien piensa en hacer lo de las mujeres jirafa lo de esta tribu es más de lo mismo y no tienes que gastarte 3500 bats por persona.

Por la tarde fue mucho más interesante, pues cogimos la excursión a Myamar y pudimos decir que habíamos estado en otro país, un país con una dictadura militar con poco turismo. Visitamos 2 templos birmanos, donde en uno de ellos hicimos una ofrenda en el día de la semana que habíamos nacido, y en uno chino, donde había niñas pequeñas estudiando para ser monja (según nos contaron, los padres si el primer bebe que tienen es niña es señal de mala suerte y la mandan a un templo lejos de su país para ser monja durante una temporada hasta que ellos quieran. Luego fuimos al mercado, concretamente, el mercado más grande de imitaciones que existe.

Para terminar, volvimos y nos llevaron a visitar el museo del Opio para terminar subiendo a ver el triangulo del oro, digno de ver por sus hermosas vistas y por la curiosidad de estar en 3 países a la vez (Tailandia-Birmania-Laos.

Finalmente, en un embarcadero, cada pareja tiró un globo de fuego. Fue muy bonito y encima tiramos "nuestros problemas" al cielo.

Día 8: Chiang Rai- Chiang Mai- Holiday Inn

Nuestra primera visita fue al templo Blanco (Wat Ron Kin) en las afueras de Chiang Rai. Este templo tiene sólo 20 años y está todavía en construcción. Por dentro tiene una decoración postmoderna con personajes desde Doraemon hasta Michael Jackson.

Después nos llevaron a un baleario de aguas termales donde metimos los pies unos minutos y de ahí nos llevaron a la fábrica de sombrillas, a la de Rubies y a la de seda, básicamente para comprar aunque nosotros en la de sombrillas casi nos llevamos media tienda.

Para terminar nos llevaron al templo de los 300 escalones, donde un monje nos dió su bendición y una pulsera que tienes que llevar una semana y luego ponerla en tu monedero para que te traiga riqueza.

De ahí al hotel Holiday Inn de Chiang Mai donde tuvimos la suerte de que hubiese overbooking y nos dieron una suite con jacuzzi:)

Día 9: Chiang Mai

Madrugamos pronto, para ir a un parque refugio de animales.
Empezamos el día yendo en un carro de bueyes con una pareja y después subimos en elefante, el nuestro se llamaba Puket, de 35 años y comiendo 3 toneladas al día, es decir, que no hacía más que pararse a comer. Fue muy divertido.

Después vimos un espectáculo de elefantes. Yo no sabía que los elefantes fuesen tan inteligentes. Estos en concreto, bailaban, pintaban y jugaban al fútbol mejor que yo.

Después subimos durante una hora con dos parejas más en una balsa de bambú que en comparación con la aventura con los elefantes resultó un poco aburrido.

De ahí nos llevaron a un invernadero de orquídeas donde había una especie "vivienda" de mariposas. Las mariposas allí son gigantes.

Nos llevaron a comer al Tiger Kingdom donde nos hicimos fotos con ellos. A mi me dieron un poco de lástima, pues parecía que les hubiesen dado un par de pastillas valium pero la verdad es que son preciosos.

Por la noche nos fuimos a cenar con una pareja y disfrutamos de una exhibición de Muai Thai de pura casualidad mientras tomábamos una cerveza.

Día 10:Llegada a Krabi - Hotel Centara

El primer día, después de 2 aviones, llegamos a Krabi sobre las 5 de la tarde. Nos dejaron en un embarcadero en Ao Nang donde nos recogio un barquito y nos llevó hasta el embarcadero del hotel, un embarcadero flotante que cuando hay olas ya puedes rezar porque no hay donde agarrarse.
Nos empezó a llover y nos tomamos la tarta y la botella de Champagne que nos habían dejado, pero a las 2 horas paró, pero las horas que eran nos fuimos directamente a por algo de cenar en el hotel. Este hotel es una pasada aunque para acceder solo tengas el embarcadero, donde traen y recogen cada hora hasta las 10 de la noche, o el camino de los monos, que no es recomendable ir por la noche. Por lo demás es una pasada y las habitaciones son muy monas, con monos merodeando por ahí así que cuidado con dejarse la puerta abierta...4 restaurantes a elegir y una playa solo para el hotel...Impresionante.

Día 11: Hotel Centara- Poblado de Ao Nang

Aprovechamos la playa del hotel. Hicimos kayak una hora y nos dimos unos cuantos baños en el mar y en la piscina.

Para comer nos fuimos al poblado de Ao Nang y por fin disfrutamos de verdad con la comida: ¡cangrejo, gambas y sepia sin picante!

Después nos tomamos un helado con una pareja y nos volvimos al hotel para cenar shushi para llevar en un japonés que tienen allí.

Día 12: Islas Phi Phi- Poblado de Ao Nang

Cogimos una excursión con el hotel a las islas Phi Phi. Podías cogerla en las agencias de viaje del poblado de Ao Nang, que te lo ofrecen por 1000 bats, pero si llueve fuerte o el mar esta picado no hay excursión no te devuelven el dinero.

Lo mejor de estas islas fue que nos llevaron a hacer snorkel. Disfrutamos como unos niños nadando entre bancos de peces que nunca terminaban. La playa de la película de "la Playa" estaba atestada de barcos con turistas por lo que no la terminamos de disfrutar.

Cuando llegamos de la escursión nos metimos en la piscina y como era nuestra última noche en suelo tailandés decidimos ir a Ao Nang con la pareja del dia anterior y comer otra vez marisco. Comida decente de nuevo:)

Día 13: Hotel Centara- Vuelta a la realidad

Al ser el último día, nos quedamos en la playa del hotel e hicimos el monkey trail (camino de los monos). Al principio del camino hay muchos monos, uno me siguió con su bebé un ratito pero al no llevar comida ni nada se cansó de esperar.

Estuvimos con una pareja que vino a vernos al hotel y comimos con ellos nuestro último pad thai.

A las 5 dejamos el hotel para embarcarnos en una vuelta que nos llevo más de 24 horas el llegar a nuestra casa.

Un viaje inolvidable con un compañero con el que me gustaría seguir teniendo experiencias y vivencias como esta durante toda la vida y para siempre:)

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