Lanzarote en agosto 2013

En los tiempos que corren y tras estar recién llegada de Tailandia, el día de mi cumpleaños alguien muy especial me dio la oportunidad de irme otra vez de vacaciones. Esta vez el destino elegido fue Lanzarote.

Desde Valencia, la oferta de vuelos es más limitada, pero si que había uno con el que llegabas a Arrecife a las 2 de la mañana, una hora menos en Canarias.

Una cosa que tengo que comentar, es que si buscas un T.I. en Lanzarote lo tienes pero te arriesgas a no salir del hotel durante todas las vacaciones y si eres un "culo inquieto", como es mi caso, recomiendo la opción de una M.P. o un A.D. para poder así optar a probar una buena bandeja de pescado, las lapas o las típicas papas arrugadas.

Nuestro hotel, era el Beatriz and Spa, ubicado en Costa Teguise,estaba indicado especialmente para gente que cogía un T.I.: la playa de las cucharas estaba a unos 15-20 min a pie y el paseo turístico a una media hora, pero evidentemente si querías salir del hotel, no quedaba otra que coger el portante y caminar ya que el servicio gratuito de bus a la playa era limitado.

Nuestra opción, fue una M.P. aunque si por mi hubiera sido, hubiese cogido un A.D., imagino que también estaba harta de la comida buffet de Tailandia que era siempre lo mismo, pero al menos tuvimos la opción de probar las exquisiteces de allí, ver sus paisajes y vaguear.

Tuvimos una reunión a la mañana siguiente de llegar con la empresa que se encargó de trasladarnos del aeropuerto al hotel donde nos ofrecieron unas excursiones carísimas. Nosotros nos compramos un bono para visitar 4 lugares que nos salió por unos 26€ y alquilamos un coche para 3 días para poder ver la isla. Es pequeña (70 km de largo por 35 de largo) pero merece la pena ver algunos de sus rincones.

El primer día que tuvimos el coche fuimos al parque de Timanfaya. Durante el trayecto hicimos una parada para montar en dromedario (12€ la pareja). No recomendado para la gente que no le gusten los animales.

Después de una hora de cola en coche, pudimos realizar el paseo en bus al parque, que dura aproximadamente una hora, y te da la explicación de lo que sucedió en la última erupción en esta isla. Impresiona. En el mismo parque puedes comer un pollo "al volcán" pero nosotros decidimos ir a playa blanca.

En playa blanca comimos en un restaurante llamado "la brisa", donde la especialidad es la bandeja de pescado y pudimos probar entre otros el jurel y la vieja. Delicioso.

Después de comer, nos dirigimos a las playas de Papagayo, las cuales son espectaculares para hacer snorkel y para ver atardecer.

El segundo día de coche nos fuimos a la Caleta de Famara donde encontramos una especie de playa cerrada y terminamos comiendo en un restaurante llamado "El sol" donde saboreamos las lapas y unas buenas papas arrugadas.

Nada más comer, fuimos al mirador donde hay unas vistas impresionantes desde donde se ve Isla Graciosa. Estuvimos poco tiempo, pues queríamos hacer la visita de la cueva de los verdes a las 5 y como se encuentra relativamente cerca del mirador llegamos a la hora.

Después de la cueva de los verdes hicimos la otra visita obligada de toda persona que pisa Lanzarote (la primera es el Timanfaya): la cueva de los jameos. No es muy grande pero tiene muchos lugares escondidos para visitar y se ve que las fotos de las bodas se suelen hacer allí. Lo único que lamentamos fue no pagar para ver un concierto allí pues pongo la mano en el fuego de que la acústica es espectacular.

El último día de coche, fuimos a puerto Orzola y cogimos un ferry para visitar Isla Graciosa. Para visitar dicha isla tienes 3 opciones: alquilando un jeep, alquilando una bici o a pie. Dado que ese día nos salió nublado, que yo no se todavía ir en bici y que el jeep a no ser que fueras en grupo era carísimo, optamos por la opción de caminar.

Caminamos por la caleta del sebo y llegamos a la playa de la francesa en una hora. Mi primera opción era ver la playa de las cocinas pero andando ni lo pensamos aunque tampoco lo lamentamos. La cala de la Francesa en mi opinión es preciosa.

Por la noche fuimos a ver la zona del puerto del Carmen. No tiene mucho de especial, pero esta bien para dar un paseo.

En lo que nos fijamos cuando salimos, tanto por puerto del Carmen como por Costa Teguise, es en que esta lleno de Karaokes y de extranjeros, apenas españoles, imaginamos que se quedarían dentro del hotel. Una pena, porque se quedaron sin disfrutar de las maravillas que ofrece esta isla, aunque como yo digo siempre: para gustos colores.